Educación online y en familia.

¿En qué podemos contribuir los padres para hacer más llevaderas las clases online?

  1. No presionar a los niños: Los niños también están viviendo el encierro que implica una cuarentena, los cambios inevitables con esta nueva realidad y las limitaciones en la interacción social. Las clases online deben ser fluidas, divertidas y con actividades que los motiven.
  2. Involucrarse en la planificación del programa educativo: Las escuelas deben entender que no pueden atiborrar de contenido y tareas a los niños ni a sus padres. La idea es que los primeros hagan las actividades mientras están conectados con el profesor y puedan disfrutar del tiempo restante en familia. Hay demasiadas herramientas gratuitas y online como para copiar y pegar de enciclopedias.
  3. Limitar las horas de conexión: Después de una jornada de clases online, lo ideal es que los niños hagan actividades lejos de cualquier pantalla: Dibujar, pintar, armar, construir…
  4. Planificar reuniones on line con sus compañeros de clases o amigos más cercanos y fuera del horario escolar: Una hora a la semana puede servir para que los niños interactúen libremente con sus pares sin la presión del protocolo escolar.
  5. Animemos a los niños a hacer 60 minutos diarios de ejercicio: Esas 7 horas semanales son lo recomendable para estar activo. Pueden saltar la cuerda, hacer yoga, estiramientos… Y así, el estar sentado durante las clases online no será agotador ni un factor que contribuya al sedentarismo.

¡Si ayudamos a los docentes, nos ayudamos como padres!

La pandemia y la cuarentena han obligado a avanzar a muchos sistemas que se negaban a actualizarse. El sistema educativo es uno de ellos y no podemos negar que la masificación de las clasesonline le agarró de sorpresa.

La mayoría de nosotros está trabajando, formándose y/o actualizándose sobre la marcha. Tenemos que aplicar no solo la paciencia sino la flexibilidad para poder hacer #cambios.

Si ayudamos a los docentes a descubrir la mejor forma de transmitir el conocimiento bajo la modalidad de las clases online; si nos involucramos y compartimos lo que le interesa a nuestros hijos y junto a las escuelas hacemos equipo para implementar el mejor sistema que se adapte al curso, habremos ganado todos.

Aquí les dejamos tres acciones, simples y rápidas, que podemos tomar para ayudar a los docentes en las clases online:

  • Conocemos a nuestros hijos y sabemos lo que les gusta y lo que no; además de estar al tanto de cuánto es el tiempo máximo de atención frente a una pantalla. ¡Tengamos ese feedback con el docente!
  • Cuando alguna actividad parezca excesiva o agotadora, escribámos al docente amorosa y respetuosamente y hagamos sugerencias o demos alternativas a dicha actividad.
  • Muchos docentes no tienen herramientas adecuadas de trabajo, si podemos donar algún equipo o material a uno que lo necesite ya estaremos contribuyendo al cambio.

Los niños sin educación o no escolarizados son una realidad.

La pobreza, la brecha tecnológica, los precarios sistemas de telecomunicación han contribuido a dejar sin escolaridad formal a millones de niños. Solamente a nivel preescolar hay 40 millones fuera de las aulas.

Padres desesperados sin poder producir durante la cuarentena, sobre todo en países cuya protección social es poca o inexistente, se vieron obligados a sacrificar la educación de los más pequeños.

Si nos vamos más allá, la realidad no es muy alentadora. Las clases online excluyen a los más pobres, así que la cifra puede ser mucho más dramática sobre todo para América Latina y del Caribe.

¿Cómo superar la brecha?

Según la ONU la educación online es una opción, pero limitada porque sólo el grupo menos vulnerable y con acceso puede usarla sin mayores problemas. Por lo que resalta que es tarea de los gobiernos fortalecer la educación pública y utilizar la TV y la radio para que aquellos que no tienen conexión a internet puedan obtener alguna forma de instrucción y estrategias educativas.

Pero ¿Y nosotros, qué podemos hacer?, aquí dejamos algunas sugerencias:

  • Identifiquemos a las familias vulnerables cercanas o que vivan en nuestra comunidad.
  • Entre los vecinos hagan inventario de útiles escolares, libros de texto y equipo tecnológico que se pueda donar.
  • Y si quieren ir más allá, pueden grabar clases en archivos MP3 o MP4 para ser distribuidos con algunos dispositivos para su distribución.

¡Si sabes de alguien que necesite estas sugerencias no dudes en hacerle llegar este post a través de las redes sociales o compartiendo el link directamente en tu sistema de mensajería preferida!

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